Un importante aprendizaje que podemos tener cualquier persona es empezar a valorar y a centrarnos en el presente, en vez de estar pensando constantemente en lo que ocurrió en el pasado o estar ansioso por lo que pueda suceder en el futuro.
Y la verdad es que, vivir en el presente es el mayor regalo que nos podemos dar a nosotros mismos, se trata de concentrarnos en lo que sucede ahora mismo. Y poder centrarnos en lo que está bien, ya que si nos obsesionamos con lo que no, lo único que conseguimos es deprimirnos y bloquearnos.
En muchas de las situaciones que vivimos a lo largo del día hay muchas cosas buenas, pero también otras menos buenas. Todo depende de cómo lo veamos nosotros mismos, la recomendación es tratar de ver siempre el lado positivo de todo para avanzar.
Si dejamos de preocuparnos por el pasado y por el futuro, nos sentiremos mucho mejor, vivir el presente siempre ayuda, ya que es realmente con lo que podemos actuar. No sirven de nada las lamentaciones por lo que podríamos haber hecho, ni tampoco lo que esperamos hacer dentro de un mes.
Hay que prestar atención a lo que tenemos en el presente, y por supuesto saber valorarlo.
Muchos nos dicen, vive en el momento presente, disfruta el presente. Y de verdad que esto tiene mucho sentido, el pasado ya pasó, y el futuro aún está por suceder.
Del pasado lo que tenemos que extraer son aprendizajes que nos ayuden a que nuestro presente sea mejor. El pasado es inamovible, no puede cambiarse, pero sí podemos aprender de él.
También es importante aprender a no vivir pendiente del futuro. La mayoría de nosotros pasamos el presente pasmado en el pasado o mirando hacia el futuro.
La vida es un viaje maravilloso, pero no estático, ya que estamos en constante cambio. Todo tiene un principio y un final y las cosas que ayer estaban, mañana puede que se esfumen de nuestro presente.
Aceptar que la vida es un constante cambio nos permite vivir el aquí y ahora más tranquilamente, disfrutar de lo que tenemos ahora, sin preocuparnos de si lo perderemos o no.
Muchos de nosotros pensamos, y pensamos continuamente en el futuro. Y nos ahogamos en pensamientos que nos producen estrés, ansiedad y miedo. Y no, nos damos cuenta que, esto nos sucede porque no estamos en el momento presente,no estamos viviendo en el hoy.
Y es que, en momento como este, en el que a todos nos inquieta tanto qué va a pasar en el futuro y vivimos instalados en la incertidumbre, es bueno aprovechar y abrir bien los ojos para reflexionar. La pandemia de coronavirus ha demostrado lo rápido que puede cambiar el mundo y nuestras vidas. Estas alteraciones masivas no son tan raras como nos gustaría pensar.
Vivir en el momento presente no significa hacer lo que quieras cuando quieras. Vivir el momento presente significa estar saboreando momentos que estás viviendo. Es disfrutar estando completamente presente durante una conversación, tomando el sol sin preocuparse por el día de mañana o la próxima semana, viendo el amanecer y disfrutando del sonido de los pájaros.
Y es que "Creo que ahora todos somos más conscientes de que el control que pensábamos que teníamos es quizás más frágil de lo que creíamos",
Pero, vivir en el momento presente requiere también que tengamos esperanzas y sueños. No hablo de las esperanzas y sueños con los que nos obsesionamos en cada minuto de todos los días, sino que hablo de algo que nos mantenga en marcha; algo que nos mantenga caminando y que nos haga trabajar.
Si no tenemos nada por lo que trabajar, tendemos a sentirnos poco útiles. Entonces… volvemos a preguntar. ¿vivir en el momento presente o planear el futuro?
La verdad es que soy de la que prefiere pensar que, “sí existe un futuro ilusionante”. “Y que para alcanzarlo necesitamos tener un plan, una estrategia para crear las posibilidades para que se materialice”.
Pero es en la estrategia de planificación del futuro que debemos desviar nuestros pensamientos. Ya que son clave y es el enfoque de vivir nuestro presente con flexibilidad. Y esto último es muy importante" Flexibilidad"
Pero entonces, volvemos a la gran pregunta ... ¿Cómo debemos vivir en el momento presente ?
En realidad es muy complicado dar una respuesta a esta pregunta en lo personal pienso que, dependerá de lo que queramos lograr.
Los sueños y las metas son importantes para llevarnos de una etapa de nuestras vidas a la siguiente. No obstante, estas metas no tienen sentido si estás deseando que llegar a ellas, sin disfrutar del viaje. Ningún objetivo tiene sentido, si no estamos disfrutando el viaje.
Se que muchos se preguntarán ... ¿Y qué pasa si fracaso? ¿Qué pasa si no alcanzo mis metas? Bueno, lo cierto es que si vives en el momento presente, es menos probable que tu mundo se derrumbe a tu alrededor si tus sueños no se vuelven realidad porque no son lo único que han hecho que tu vida valga la pena. ¡El viaje también ha merecido la pena!
Y la verdad es que, en la vida existen muchos imprevistos o contratiempos que se interponen y frustran nuestros planes y la lista es muy grande si la detallamos.
La pandemia, producto del coronavirus covid-19, para muchos significó mucho más que “una piedra en el camino”.
La pandemia de coronavirus ha cambiado la realidad de todos los aspectos de nuestras vidas, y ha demostrado también que el mundo que conocemos puede cambiar en cualquier momento. Por lo que nos toco enfrentar a una realidad cambiante y decirle "hasta nunca" a una mente rígida sin nada de flexibilidad.
El momento presente es el único momento que podemos controlar ahora!
No importa cuánto planifiquemos, nunca sabremos con certeza cómo se desarrollará la vida. Solo lo sabremos cuando llegue ese momento.
El momento que experimentamos ahora es el único momento que podemos controlar. Podemos elegir disfrutar del momento presente o podemos elegir odiar el momento presente.
También podemos optar por ignorar por completo el presente y desperdiciarlo. Además, la planificación del futuro no, nos evadirá del presente.
Quizás pueda ayudarnos a lograr algunos objetivos, pero no mejorará nuestra calidad de vida en el presente. La planificación con apego no, nos garantizará el resultado que deseamos en el futuro. Entonces, me pregunto: ¿por qué no aceptar lo que podemos controlar ahora?
Cuando en el año 2020 todo cambio, no existía un plan, y nos adaptamos a lo que vino. Y es que, si algo bueno podemos extraer del covid-19 es el aprendizaje de ser más flexibles, adaptándonos a lo que acontece, con la exigencia de vivir en el cambio y la aceptación.
Ahora podemos visualizarnos como el agua que fluye en todas direcciones y no se detiene.
Ahora que las aguas bajan revueltas, toca surfear las olas, danzando a esta realidad cambiante. Si nos aferramos a lo establecido o luchamos para que todo regrese a la antigua normalidad, podemos quebrarnos como el mástil de un navío a la deriva.
Cada momento es un regalo!
Recordemos que cada momento es un regalo. No hay garantía sobre la cantidad de momentos que experimentamos. Nuestros próximos momentos no están garantizados: unas últimas navidades, una conversación con esa vieja amiga, degustar un plato especial, un abrazo de nuestros padres, un beso de los abuelos, una reunión con toda la familia, un buen rato con nuestra pareja, una película con nuestros hijos, etc.
Entonces, ¿por qué no aprovechar el momento en el que estamos? Debemos Planificar solo cuando sea necesario, pero no a expensas del momento presente.
La mente es el timón que rige nuestra realidad. El pensamiento crea al pensador, por lo que hemos de estar atentos a esa mente de mono que salta de rama en rama cuando entramos en estados de pánico o ansiedad.
Calmar la mente es un hábito que debemos adoptar diariamente en nuestras vida,evitar pensamientos tóxicos y obsesivos son algunas claves para nuestro bienestar.
Sé que aprender a fluir no es fácil a nivel mental significa conectar con la intuición, esa chispa espontánea de pensamiento a la que pocas veces atendemos.
Practicar la atención plena es otro camino para comprender y mejorar la realidad que nos rodea y los mensajes que nos llegan.
Cuando vamos en piloto automático, siguiendo un plan establecido, firmes y rígidos, no empatizamos con nuestro entorno. Y nos perdemos la experiencia del presente, negando los cambios que puedan suceder.
El cambio y lo que estamos pasando, le da un nuevo valor a las cosas.
Es tiempo de aceptar e integrar que nada será como ayer, de no obsesionarse por lo que vendrá. El pasado ya no existe y el futuro está por llegar, de manera que lo mejor es estar aquí y ahora.
Si la realidad cambiante y las perdidas nos asustan es porque nos proyectamos hacia delante visualizando amenazas y peligros. Si el presente nos parece insatisfactoria es debido a la comparación con el pasado. Todo está en la mente, así que dejemos que los pensamientos pasen y podamos atender al presente, fluyendo en el río de la vida.
Es importante aclarar que,no estoy sugiriendo que dejen de planificar porque el plan fracasará, lo que les propongo es que dejen que la vida siga su curso. Hagan planes si eso es útil para ustedes, pero no pierdan de vista el momento presente. Si sus planes no funcionan como quieren, traten de aceptarlos de la mejor manera y eso se logra aprendiendo a ser más flexibles.
Vivir en el presente es uno de los mejores métodos para alcanzar la felicidad en nuestra vida. Sin profundizar en todos los datos e investigaciones disponibles, se está descubriendo que vivir en el presente es una de las claves más influyentes para el bienestar.
Demasiada planificación a largo plazo evitará que disfrutes de la belleza del presente. El futuro no es más que una construcción mental que no existe “fuera”, sino “dentro”.
Cuando el futuro llega, siempre llega como el momento presente, no como el “futuro”.
El poder para crear un futuro es estando en el momento presente: creas un buen futuro creando un buen presente, vive el hoy!
¿Qué has decidido? Vivir en el momento presente o planear el futuro… ¡Escribe tu respuesta en los comentarios!
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